... de fallos

A temporadas da la sensación de que el mundo es una especie de torre de naipes, y nuestras propias vidas también, donde se mantiene el equilibrio no sin dificultad. Un pequeño fallo y la mayor parte de la baraja se viene abajo.

Todo está lleno de fallos, en ocasiones no demasiado visibles, sobre los que se sigue construyendo la torre.

El otro día una persona me comentó lo mucho que le había gustado algo que escribí en una entrada del blog, algo que en principio escribí pero a lo que no dí demasiada importancia. Y resulta que eso, "sin importancia", es lo que más sorprende a otra persona.

Es curioso que nuestras acciones incluso las que inicialmente parecen fallos afectan a los que nos rodean, y no somos conscientes de hasta que punto influyen en otros. Aciertos y fallos, atracciones y repulsiones mantienen el equilibrio en nuestras vidas igual que en la teoría del caos. Y todo lo que hacemos tiene sus consecuencias.


Aunque sea con cartas ya tumbadas sobre la mesa la torre sigue creciendo, poco, pero sigue creciendo.

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